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VIÑA DEL MAR

Una Ciudad con Historia a Orillas  del Océano

Epicentro de festivales y variadas playas, así se define a Viña del Mar logra maravillar a los cientos de turistas que cada día llegan a la conocida Ciudad Jardín. Epicentro de festivales y variadas playas, así se define a Viña del Mar logra maravillar a los cientos de turistas que cada día llegan a la conocida Ciudad Jardín. 

 

Cuando uno piensa en Viña del Mar, los primeros lugares que se nos vienen a la cabeza son la Quinta Vergara, el Casino o el Reloj de Flores. Sin embargo hay mucho más. La Ciudad Jardín posee una historia arquitectónica de años con Palacios y Castillos que nos entregan una nueva mirada de esta ciudad. 

 

Palacios de Viña del Mar: Un reinado que se esconde:
 

La ruta la iniciaremos en el Palacio Vergara, ubicado a un costado de la Quinta Vergara en calle Errázuriz N° 563-596. Este Palacio fue mandado a construir en 1906 por doña Blanca Vergara de Errázuriz, hija del fundador de Viña del Mar, don José Francisco Vergara, finalizando su construcción en 1910, bajo la mirada del arquitecto Ettore Petri. El Palacio Vergara se distingue por tener un estilo veneciano con la salvedad que en vez de utilizar para su construcción mármol, piedra y bronce.
 

Tras el terremoto del año 2010 la construcción sufrió varios daños estructurales, es por esto que el Palacio se encuentra cerrado para los visitantes. Sin embargo, su fachada habla de una riqueza arquitectónica única que se refleja en la declaración de Monumento Nacional junto a sus 13,4 hectáreas de parque.
 

Siguiendo la ruta llegamos al Palacio Rioja que nace en 1907 gracias al español Fernando Rioja Medel, acaudalado empresario y banquero de Valparaíso. Esta construcción estuvo a cargo del arquitecto Alfredo Azancot; su decoración interior fue gracias a los arquitectos Schiavon y Landoff.
 

El diseño del Palacio Rioja fue inspirado en la línea del Petit Trainon y de la obra de Versalles, donde se destaca el estilo neoclásico francés y la fuerza lineal de su fachada.

Tras el fallecimiento de sus dueños y dado el valor arquitectónico de la construcción, la Municipalidad de Viña del Mar decide comprarla en 1956. En la actualidad, este Palacio –declarado Monumento Histórico- funciona como Museo de Arte Decorativo. En este lugar, se expone el inmobiliario, cortinajes, alfombras francesas y algunas de origen español que datan de finales del siglo XIX. 

 

Nuestra última parada del recorrido por estos monumentos arquitectónicos es el Palacio Presidencial del Cerro Castillo inaugurado en 1930, conocido como el lugar de descanso de los Presidentes de Chile. La prensa de esa época lo calificó como una construcción “suntuosa y del mejor gusto arquitectónico de Sudamérica”. Según indica la historia de este Palacio, la construcción se pensó como un exponente del progreso del país.

El Concejo Municipal decidió nombrar al Palacio como edificación histórica y/o arquitectónica, y en el año 2005 la distinción fue mayor cuando lo declararon Museo Histórico Nacional. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de los museos, éste no se encuentra abierto a todo público por ser estadía presidencial. Sin embargo, el último domingo de Mayo, Día del Patrimonio Cultural de Chile, la residencia abre sus puertas como una excepción. 

Castillos de Viña: El principado que toda ciudad quiere:


 

La primera parada es el Castillo Wülff, ubicada en Avenida Marina. Esta gran e imponente construcción fue gracias a Gustavo Adolfo Wülff Mowle, importante hombre de negocios y filántropo de Valparaíso, quien decidió edificar en 1920 esta residencia en Viña del Mar junto a los roqueríos. Tras su fallecimiento, su mujer Esperanza Artaza amplió y refaccionó el inmueble, para luego venderlo en 1960 a la Municipalidad de Viña del Mar.
 

En la actualidad, el Castillo Wülff exhibe la historia de su dueño. Al ingresar a la dependencia y subiendo a su mirador se puede apreciar la riqueza que nos entrega el borde costero de la Ciudad Jardín. El Castillo fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1995 y cinco años más tarde el Consejo Municipal de Viña del Mar lo aprobó como Edificación Histórica y Arquitectónica.
 

Otro de las construcciones a visitar es el Castillo Brunet, ubicado en calle Iberia #104. Esta obra fue diseñada por el arquitecto Alfredo Azancot, quien diseñó la infraestructura bajo un estilo medieval, lo que lo hace recordar el período romántico-gótico de Francia.
 

La obra gruesa del Castillo fue vendida al Sr. Juan Yarur, quien se encargó de las terminaciones e incorporó detalles arabescos a la composición.  Actualmente, el Castillo Brunet pertenece a Carabineros de Chile y funciona como hotel y centro de eventos, lo que lo hacen más que un lugar turístico, un centro de eventos con una construcción rica en historia.
 

Como pudimos ver a lo largo de esta nota, Viña del Mar no es sólo el Reloj de Flores, la Quinta Vergara o el Casino, sino que es un lugar de historia arquitectónica que está a la espera de miles de turistas que lleguen a admirar la arquitectura de la llamada Ciudad Jardín. 

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